Durante
siglos el alumno ha sido el “gran olvidado” del proceso pedagógico, sin embargo
el discente representa un eje fundamental en la estructura de la clase, además
de ser un protagonista en el proceso docente; luego, el discente es un elemento indispensable en la
enseñanza - aprendizaje de lenguas.
Siendo consecuentes con esa realidad, hay que
tratar con la misma importancia el papel
que tiene el docente y el rol que desempeña el discente y las técnicas metodológicas
en el proceso de adquisición de idiomas extranjeras, aunque cada uno con un
cometido diferenciado.
Los alumnos
suelen tener principios, creencias y sus propias convicciones respecto al método
y la manera de enseñar idiomas; así, por ejemplo en España suelen oírse”
afirmaciones” como:
- el inglés es una lengua difícil de pronunciar.
Pero su gramática es muy fácil;
- el alemán
es una lengua difícil, porque tiene declinaciones y las palabras son muy
diferentes;
- el
italiano es muy fácil, porque se parece mucho al español;
- el francés
es una lengua bastante fácil y tiene muchas palabras que se escriben casi igual
que en español, aunque se pronuncian de manera diferente.
Además plantean cuestiones como: ¿Qué queremos
aprender y como aprenderlo?
Los
alumnos suelen acumular experiencias y estilos de aprendizaje que se
ajustan a sus gustos y capacidades intelectuales; así, creen que si no se tiene
un conocimiento profundo de la gramática, no pueden aprender una lengua;
esta reflexión consciente es fruto del pensar y de la tradición que
existe en el entorno; recientemente la palabra” gramática” queda en
segundo plano y lo que predomina es el aprendizaje colectivo “trabajando
en grupos se aprende mucho más y mejor”.
En la secuencia de actividades que plantea un docente en el
aula prevalece más el contenido que la forma, algunos
errores se pasen de alto en aras de no romper el hilo comunicativo que une los
aprendices en una clase de lengua.
Así, elegir un método pedagógico u otro
depende de los condicionamientos internos y externos a que está sometido el
alumno; por ejemplo, si nos encontramos en el país donde se habla el idioma
estudiado, el discente se verá más interesado y entusiasmado en las tareas
comunicativas, “actividades en parejas o grupos reducidos”, esto favorece el
éxito final en la tarea emprendida.
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