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martes, 21 de julio de 2020

El conocimiento del lenguaje como objeto de investigación ( Parte II)









Una gramática generativa particular es la respuesta a la primera pregunta, una teoría que trata el estado de la mente/cerebro de la persona que conoce un lenguaje particular.
La respuesta a la segunda la proporciona una especificación de la GU junto con una explicación de las formas en que sus principios interaccionan con la experiencia para obtener una lengua determinada; la GU es una teoría del <<estado inicial>>de la facultad lingüística,  previo a cualquier experiencia lingüística. La respuesta a la tercera pregunta consistiría en una teoría de cómo el conocimiento de la lengua en cuestión entra en la expresión del pensamiento y en la compresión de ejemplares lingüísticos y, segunda instancia, en la comunicación y en otros usos del lenguaje.
Hasta ahora no se trata más que de un esbozo de un programa de investigación que aborda cuestiones clásicas que se han dejado de lado durante muchos años. Tal como se acaba de describir no debería ser particularmente polémico, ya que se limita a expresar un interés en ciertos problemas y a ofrecer un análisis preliminar de cómo hay que abordarlos, aunque, como sucede a menudo, la formulación inicial de un problema puede resultar de un profundo alcance en cuanto a sus implicaciones y, en última instancia, controvertida a medida que se desarrolla.
Algunos elementos de este panorama pueden parecer más polémicos de lo que en realidad son. Por ejemplo, considérese la idea de que existe una facultad lingüística, un componente de la mente /cerebro que alcanza el conocimiento de la lengua cuando se le somete a la experiencia. No constituye un problema que los humanos obtengan el conocimiento del inglés, del japonés o cualquier otra lengua mientras que las piedras, los pájaros o los monos.
   Se trata de una<<facultad lingüística>> diferenciada, con una estructura y propiedades especificas o, como algunos piensan, la realidad es que los seres humanos adquirimos el lenguaje mediante la mera aplicación de ciertos mecanismos generales de aprendizaje, quizás con una mayor eficiencia o aplicación que otros organismos? Estas no son cuestiones para especular o razonar a priori, sino para una investigación empírica, y el procedimiento resulta bastante claro, a saber, tratando de responder a las preguntas de (1). Tratamos de determinar cuál es el estado de conocimiento alcanzado y cuáles son las propiedades que es preciso atribuir al estado inicial de la mente /cerebro para dar cuenta de ese logro. En la medida en que esas propiedades sean específicas del lenguaje, o bien individualmente consideradas, o en cuanto a la forma en que se encuentran organizadas  articuladas, entonces existirá una facultad lingüística diferenciada.
A veces se menciona la gramática generativa como se fuera una teoría mantenida por tal o cual persona. En realidad no es una teoría más que en la medida en que lo pueda ser la química. La gramática es una disciplina que uno puede escoger estudiar o no. Por supuesto, se puede adoptar un punto de vista de acuerdo con el cual la química desaparece en cuanto disciplina (quizás todo lo hacen los ángeles con espejos). En este sentido, una decisión de estudiar química entraña una postura sobre cuestiones de hecho. De forma parecida se puede argumentar que la gramática generativa no existe, aunque es difícil imaginar cómo puede hacerse plausible esa postura.


martes, 7 de julio de 2020

El conocimiento del lenguaje como objeto de investigación (parteI)


                El conocimiento del lenguaje como  objeto de investigación   

El estudio del lenguaje tiene una larga y rica historia, que se extiende a lo largo de milenios. Se ha concebido frecuentemente este estudio como una investigación sobre la naturaleza del entendimiento y el pensamiento bajo el supuesto de que <<las lenguas son el mejor espejo de la mente humana>> (Leibniz).

Una idea corriente era que <<con respecto a su sustancia, la gramática es una y la misma en todas las lenguas, aunque pueda variar en cuanto a sus accidentes >> (Roger Bacon).
A menudo se pensó que la << sustancia>> invariante era la mente y sus actos; las lenguas particulares utilizan diferentes mecanismos – algunos de los cuales se encuentran enraizados en la razón humana, otros son arbitrarios y circunstanciales- para la expresión del pensamiento, que permanece constante de lengua a lengua.

Uno de los más importantes gramáticos racionalistas de ciclo dieciocho definió la<< gramática general >> como una ciencia deductiva referente a << los principios inmutables y generales de la lengua escrita o hablada a sus consecuencias;  es previa a cualquier lengua>> porque sus principios <<son idénticos a los de la misma razón humana en sus operaciones intelectuales>> (Beauzee).
Por eso,  <<la ciencia del  lenguaje no se diferencia en absoluto de la ciencia del pensamiento>>.

La << gramática particular>> no es una  <<ciencia >> autentica en el sentido de esta tradición racionalista, porque no se basa únicamente en leyes universales y necesarios; se trata de un
 << Arte>> o técnica que evidencia la forma en que las lenguas concretas encarnan los principios generales de la razón humana.

John Stuart  mill expreso más tarde la misma idea rectora: <<los principios y las reglas de la gramática constituyen los medios mediante los cuales se hacen corresponder las formas lingüísticas con las formas universales del pensamiento…la estructura de cualquier  oración es una lección de lógica>>.

     Otros,  en especial durante el periodo Romántico, arguyeron, que la naturaleza y el contenido del pensamiento se encuentran determinados  en parte por los recursos disponibles para su expresión en lenguas particulares. Estos pueden incluir contribuciones del genio individual que afectan al  <<carácter >> de una lengua, enriqueciendo sus medios de expresión y los pensamientos expresados sin afectar a su <<forma>>,  su sistema fonológico y las reglas de formación de palabras y oraciones  (Humboldt).

Con respecto a la adquisición de conocimiento, era ampliamente sostenida la idea de que la mente no es  <<tanto algo que es preciso llenar desde el exterior, como un recipiente, como algo que precisa ser encendido o despertado >> (Ralph Cudwodth); <<el desarrollo del conocimiento…….( se parece más )……al crecimiento de  un fruto; aunque en cierta medida puedan cooperar las causas externas, son el vigor interno  y el carácter del árbol los que han  de llevar los juegos a su justa madurez >> (James Harris)1.

Aplicada al lenguaje, esta concepción esencialmente platónica parece sugerir que el conocimiento de una lengua determinada crece y madura por una vía que en parte se encuentra intrínsecamente   determinada, con las modificaciones que refleje el uso observado, al modo del sistema visual u otros << órganos >>corporales que se desarrollan por vías determinadas por las instrucciones genéticas, bajo los efectos desencadenantes  conformantes de los factores ambientales.

Con la expresión del relativismo de los románticos, estas ideas fueron generalmente consideradas  con desaprobación por el núcleo rector de la investigación lingüística a finales del siglo diecinueve  hasta los años cincuenta. En parte, esta actitud se desarrollo a partir del impacto de un empirismo más bien estrecho y,  luego, de las doctrinas operacionalitas y conductistas. En cierta medida constituyo de la autenticas e impresionantes reutilizaciones  de los estudios históricos y descriptivos, llevados a cabo dentro de un ámbito más estrecho, en particular el descubrimiento de <<leyes correctas>> que proporcionan explicaciones sobre la historia de las lenguas  sobre sus interrelaciones.  En cierto modo, fue la conciencia natural de la investigación de una variedad de lenguas mucho más rica que la conocida por los estudios anteriores, lenguas  que parecían violar muchas de las concepciones supuestamente a priori en la tradición de los primeros racionalistas2.

  Tras un siglo de abandono o de descalificaciones generales, han vuelto a seguir, a mediados de los cincuenta, ideas similares a las de esta antigua tradición (en un primer momento, sin que hubiera prácticamente conciencia de esos antecedentes históricos),  con el desarrollo de lo que se ha dado en llamar <<gramática generativa >>, volviendo a revivir, una vez más, una tradición olvidada durante mucho tiempo3.

  La gramática generativa de una lengua particular (donde <<generativa>> solo significa
 <<Explicita >>) es una teoría cuyo objeto es la forma  el significado de las expresiones  de esa lengua. Se pueden imaginar muchas formas diferentes de enfocar estas cuestiones, muchos puntos de vista que se pueden adoptar para tratarlas, la gramática generativa se limita a si misma a ciertos elementos del panorama general. Su punto de vista es el de la psicología del individuo. Le interesan los aspectos de la forma y el significado que están determinados por la << facultad lingüística>>, que se concibe como un componente particular de la mente humana. La naturaleza de esta facultad es el objeto de una teoría general de la estructura lingüística que pretende descubrir el sistema de principios y elementos comunes a las lenguas conocidas; a menudo se denomina a esta teoría <<gramática universal>> (GU), adaptando  un término tradicional a un nuevo contexto de investigación. La GU se puede considerar como una caracterización de la facultad lingüística genéticamente determinada. Se puede concebir esta facultad como un << instrumento de adquisición del lenguaje >>, un componente innato de la mente humana que permite acceder a una lengua particular mediante la interacción con la experiencia presente, un instrumento que convierte la experiencia en un sistema de conocimiento realizado: el conocimiento de una u otra lengua.

  El estudio de la gramática generativa representó un desplazamiento importante del objeto en el enfoque de los problemas lingüísticos. Dicho de forma muy simple, que más tarde elaboraremos, el desplazamiento que se produjo fue de la conducta o los productos de la conducta a los estados de la mente/cerebro que entran dentro de la conducta. Si se elige resulta ser el conocimiento del lenguaje: su naturaleza, orígenes y uso.

Así pues, estas son las tres preguntas básicas:

 i) Que es lo que constituye el conocimiento del lenguaje?

 ii) Como se adquiere el conocimiento del lenguaje?

 iii) Como se utiliza el conocimiento del lenguaje?

1     1)     Sobre estas discusiones y sobre otras muchas, sobre todo en los siglos diecisiete-diecinueve, véase Chomsky (1966 ). Para la discusión de algunas interpretaciones erróneas de esta obra, véase Braken (1984). 

2     2)     A menudo se ha exagerado el supuesto apriorismo de los trabajos de esta tradición. Véase Chomsky (1966) y trabajos más recientes para una discusión de este punto.

3     3)     En este caso la tradición es diferente, representada en su forma más avanzada por los trabajos pioneros de los gramáticos hindúes de hace 2500 anos. Véase Kiparsky (1982). Un equivalente moderno es Bloomfield (1939), que difería radicalmente en carácter de los trabajos de la época y era inconsistente con sus propias teorías sobre el lenguaje, y que prácticamente no tuvo influencia o ni siquiera fue advertido, a pesar del gran prestigio de Bloomfield.