Cuando se habla
de una estrategia nos referimos a una acción planificada y estudiada que se
aplica en un contexto para lograr un fin determinado. Es un concepto genérico
que podemos encontrarlo en muchos ámbitos, en el aprendizaje de lenguas
extranjeras son mucho las estrategias emprendidas por los alumnos; por ejemplo,
para poner titulo a un texto previamente leído o escuchado, el alumno puede
recurrir primero a la traducción detallada para entender el significado del
contenido y luego tratar de elegir el título conveniente, otra estrategia es,
sacar las ideas principales del texto sin traducirlo. En la selección de la
estrategia seguida en este procedimiento logramos un mayor o menor grado de
eficacia. Es posible que esta segunda le llevará antes a la resolución del
problema, entonces será más eficaz.
Son muchos los
estudios realizados en torno a las estrategias de aprendizaje tratando de
identificar las que utilizan los alumnos para estudiar o aprender un idioma.
Las estrategias que usan frecuentemente los estudiantes con mejores notas,
según Hosenfeld (1977), en un examen de
lectura compresión se caracterizan por:
- Conservar el
sentido global del parágrafo,
- leer frases extensas,
- dejar de lado
palabras no esenciales,
- deducir el
significado de palabras desconocidas a través del contexto.
En cambio los
estudiantes con notas más bajas se caracterizan por:
- Su facilidad
para olvidar el sentido global del parágrafo una vez que lo habían comprendido,
- leer palabra
por palabra o frases cortas,
- no dejar de
lado ninguna palabra, o muy pocas,
- consultar el
diccionario tan pronto como encontraban una palabra nueva.
Luego las
características individuales influyen en el modo de tratar los textos.
Desde que Aaron
Carton (Carton, 1966) publico el primer estudio en torno a las estrategias de aprendizaje (Rubin, en
Wenden y Rubin 1987: 19) se ha reflexionado y escrito mucho sobre el tema.
Según Naiman et
al. (1978), los buenos estudiantes:
- se auto
implican en el proceso de aprendizaje buscando e identificando situaciones por
aprender;
- son conscientes
de la lengua como sistema de comunicación e interacción;
- aceptan las
exigencias afectivas de la lengua que estudian y se enfrentan a ellas;
- revisan y
amplían el sistema de la lengua que aprenden mediante inferencia, control y
verificación.
Los tres tipos de
estrategias que menciona Rubin (1981) son: de aprendizaje, de comunicación y
sociales; dentro de las de aprendizaje incluye las” estrategias cognitivas” y
las “estrategias metacognitivas”, estas denominaciones vienen relacionadas con
conceptos como “modo o estilo de aprendizaje”,”mecanismos de aprendizaje” y sus
relaciones con las “creencias” y “convicciones”.
Cada discente
está sometido a unos” condicionantes cognitivos” son más dependientes de las
características innatas de cada estudiante y ligados a ellos, así podemos
citar:
- Algunos gusten
de trabajar individualmente, mientras que otros prefieren el trabajo en grupo.
- Algunos
prefieren planificar su trabajo con precisión, con calma y con suficiente
tiempo, mientras que otros reducen al mínimo esta etapa preparatoria y se
sumergen con prontitud en el trabajo.
- Algunos se
encuentren a disgusto en situaciones en las que no ven con claridad lo que
tienen que hacer, mientras que otros no tienen inconveniente en manejarse
dentro de situaciones en las que las opiniones pueden ser conflictivas, estar
enfrentadas o no generar respuestas claras.
- Algunos sean
capaces de llevar a cabo un solo trabajo mientras que otros son capaces de
manejar varias opciones o trabajos al mismo tiempo.
- Algunos se
arriesgan en sus decisiones, iniciar caminos no explorados antes, no temen
equivocarse o reiniciar de nuevo su trabajo, mientras que para otros , la
tarea, el camino y el trabajo deben estar bien diseñados y ofrecer una solución
lógica y segura antes de emprender la acción.
Estas
características son las que llevan a Knowles (1982) a definir cuatro diferentes
maneras de aprender:
- Aprendizaje a
través de lo concreto, que caracteriza a quienes gustan de aprender activa y
directamente. Son aprendices de lo inmediato, lo espontaneo, lo visual. Este
tipo de aprendices prefieren la variedad frente a la rutina y acostumbran a
involucrarse en el aprendizaje “en cuerpo y alma”.
- Aprendizaje analítico, propio de quienes son más independientes, gustan
de solucionar ellos mismos los problemas, analizan las ideas para llegar por si
mismos a generalizaciones y principios. Estos alumnos prefieren siempre
materiales bien organizados, sistemáticos, lógicos. Son estudiantes serios,
trabajadores y con alta estima personal, lo cual les hace especialmente vulnerables
anta el fracaso.
- Aprendizaje comunicativo, propio de quienes se distinguen por sus preferencias
a favor de un enfoque “social” en sus actividades. Este tipo de alumnos aprende
mejor en grupo discutiendo, interaccionando con otros. Su ideal es la clase
democrática.
- Aprendizaje basado en el principio de autoridad. Esta manera de aprender
es propia de estudiantes responsables, bien estructurados, que gustan de la
claridad y de un sistema de valores jerarquizado. El profesor es alguien con
autoridad. Ellos prefieren pautas claras, saber exactamente lo que tienen que
hacer y lo que hace; son enemigos de las situaciones confusas o de aquellas
cuya resolución pueda depender de largas y con consensuadas discusiones.
Estas cuatro maneras o estilos de aprender son suficientes para poner de
relieve que cada una de ellas va ligada a una manera determinada de hacer las
cosas y, en consecuencia, a un determinado tipo de actividades. Willing (1985).
Así pues saber cuál es la manera preferida
de aprender de los alumnos puede servir de gran ayuda al profesor. Este podrá
introducir variantes y adaptaciones en la clase de acuerdo con la tipología que
defina a su grupo de trabajo.
Bibliografía;
Aquilino Sánchez Pérez: Enseñanza y Aprendizaje en la clase de idiomas. Edición:
SGEL.S.A.